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Jesús López-Araquistain publica un libro y expone en la sala de exposiciones del Ayuntamiento

  • 02/01/2021

«La ciudad se hace con muchísima gente, no me puedo atribuir nada»

Jesús López-Araquistain Arquitecto y dibujante quien trabajase en el área de Urbanismo entre 1977 y 2014, salda una «deuda pendiente» con Logroño en forma de ‘libro ilustrado’.

Enlace para comprar el libro: https://www.fulgenciopimentel.com/libros/logro%C3%B1o-dibujado

Enlace La Rioja: https://www.larioja.com/logrono/ciudad-muchisima-gente-20210102001135-ntvo.html

Jesús López-Araquistain (Logroño, 1951), arquitecto urbanista, trabajó desde 1977 hasta 2014 en el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Logroño y como tal se le conoce. Sin embargo, en paralelo ha desarrollado toda una carrera artística como dibujante –también fotógrafo– con exposiciones tanto individuales como colectivas. ‘Logroño dibujado’ es su nueva obra… en la línea de lo ya trazado en ‘El camino dibujado’.

– Este ambicioso libro es un compendio de toda la historia urbanística de Logroño y podría decirse que también de la suya, ya que usted y Javier Martínez Laorden fueron los creadores del urbanismo actual de la ciudad.

– Me parece un poco exagerado todo lo que dice. El libro no es tan ambicioso, aunque ha salido largo. Lo que sí quería es llevar a un lenguaje nada técnico, que pueda entender todo el mundo, el entusiasmo que puedo tener yo por el urbanismo; pero es un libro de lectura muy sencilla. Tampoco podemos decir que haya hecho yo la ciudad, la ciudad se hace de otra manera, con muchísima más gente, no me puedo atribuir nada especial.

– Pero el sólido y duradero tándem Martínez Laorden-López Araquistain ha dotado al urbanismo de Logroño de una coherencia que no hubiese sido posible con el baile de distintas personas.

– Tuvimos la suerte de estar tanto tiempo trabajando juntos y, sobre todo, lo que ayudó muchísimo es que había una gran confianza en el equipo técnico y en nuestro trabajo por parte de las distintas corporaciones y de los distintos partidos tanto en el poder como en la oposición. Hay planes generales que durante muchos años se aprobaron por unanimidad. También teníamos la confianza de distintos agentes, desde constructores a instituciones, y eso te hace trabajar fácil.

«Espero que nadie se lo tome como un libro de consulta. Creo que es para el disfrute»

– ¿’Logroño dibujado’ es el libro de un dibujante o de un arquitecto?

– En principio de un dibujante arquitecto o de un arquitecto dibujante, no puedo separarme de ambas cosas. En el libro hay mucha arquitectura y muchos planos fáciles de leer, aunque también pongo mucho interés en temas y detalles que no solo son arquitectura y que van enriqueciendo la vida cotidiana. Lo que he intentado, sobre todo, es que fuera un libro muy ameno y digerible y, aun quedando mal con la gente, he preferido que no hubiera referencias a personas concretas porque hubiera sido muy farragoso. Y para quien no quiera leer siempre le quedan los ‘santos’. Tengo más confianza en mí mismo como dibujante que como escritor, ya que mi experiencia viene de escribir informes y memorias, pero me solté un poco con ‘El camino dibujado’.

– Precisamente ‘Logroño dibujado’ es una consecuencia natural de ‘El camino dibujado’ (fruto de sus varias peregrinaciones a Santiago de Compostela).

– Pues en parte sí, porque muchas de las cosas que defendí en ‘El camino dibujado’ como método de trabajo son las que he aplicado en este libro, aunque el objeto era distinto, mi propia ciudad, y eso le hace tener un nivel de complejidad diferente; hablamos de algo más cercano y más implicado en tu propia naturaleza. Confío en que quien lea el libro o lo siga entienda un poco mejor determinadas cosas de su ciudad, las valore y se percate de pequeños detalles que ha visto por la calle pero que igual tienen otro peso cuando los vea reflejados en el libro.

– Cuenta esta historia urbanística a través de 413 páginas y 445 ilustraciones donde cabe de todo, desde planos, calles y edificios hasta paisajes, esculturas o mobiliario urbano. ¿Ha seguido un guion para la elección de esos motivos?

– Sí, un guion clarísimo, que me apetecía hacerlos. Es eso que queda tan pedante del ‘espíritu del flâneur’, de quien va por la ciudad paseando y disfrutando de las cosas, pues esto es igual pero reflejado en dibujos.

– ¿Cuáles diría que han sido los grandes hitos del desarrollo urbano de Logroño a lo largo de la historia?

– Son tantos años… y cosas que ahora nos parecen inocentes igual fueron fundamentales en su momento. Quien quiera saber eso que lea el libro (ríe).

– No hace los dibujos del natural sino de fotografías.

– Entre la vergüenza que te da salir a pintar del natural en tu propia ciudad y que la cosa se hubiera alargado mucho, prefería hacer las fotos y luego dibujar tranquilamente en casa.

– Reconoce que el dibujo le permite captar lo esencial. Y también le ha permitido hacer pequeñas trampas: quitar marañas de cables, eliminar señales de tráfico o, por ejemplo, devolver su carácter a las escalerillas de Carnicerías, suprimiendo la rampa central. ¿Por qué lo ha hecho?

– Porque me apetecía y me parece que hay cosas que están mejor así. Lo que nunca he querido es traicionar la verdad de lo que estoy viviendo, pero sí que he podido remediar alguna cosilla.

– No solo hay ilustraciones, también texto. Un texto alejado de una investigación formal, pero muy didáctico y en el que esquiva los juicios de valor sobre el desarrollo de la ciudad.

– Prefiero no hacer juicios, primero porque sería juzgar tu propia obra, en parte, y en ese sentido he procurado atemperar bastante; no quiero ser un escritor polémico, más bien al contrario.

– Diría que ‘Logroño dibujado’ es un libro para la consulta, para el disfrute, para el conocimiento…

– Espero que nadie se lo tome como un libro de consulta. Creo que es para el disfrute. Los familiares y amigos que lo han leído me han dicho que se lo han pasado muy bien leyéndolo, y ese era realmente mi objetivo.

– ¿Dibujando qué rincones de Logroño ha disfrutado más?

– Creo que con todos. Quizá pondría un especial acento en el paisaje, el último capítulo, en el que tras hacer tanta fachada de edificio se te amplía más el espíritu y lo resuelves con un trazo más sencillo.

– ¿Hacia dónde cree que debería ir el desarrollo urbano de Logroño, si es que precisa de tal desarrollo?

– Yo he venido aquí a hablar de mi libro.

– Tras ver el resultado de su trabajo, ¿ha saldado bien la deuda que decía tener con su ciudad?

–Sí, a mí el libro me ha dejado muy satisfecho, no solo por mi trabajo, sino porque lo ha vestido muy bien César Sánchez (al frente de la editorial Fulgencio Pimentel), que ha hecho un trabajo increíble, muy bonito.