Nació en Chile -en pleno exilio por la Guerra Civil- el 23 de noviembre de 1940 en el seno de una familia de artistas (era sobrino de Alejandro Rubio Dalmati, con quien compartió trayectoria durante muchos años), regresó a España a los 15 años y se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Logroño, antes de completar sus enseñanzas en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona y en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge, también en la ciudad condal.
Autor de más de algunos de los monumentos que mejor definen la impronta urbana de la capital riojana, como el Monumento al Labrador, la Fuente de los Ilustres, el Memorial de la Barranca, los Donantes de Sangre, el monumento a la Enfermería o al Fuero de Logroño. Su obra destaca inevitablemente por sus bronces, aunque también exploró otras disciplinas artísticas, como la pintura y la fotografía. El artista deja un legado imborrable en Logroño, donde no solo ha contribuido a enriquecer el paisaje con sus monumentos, sino que también es autor de obras de gran raigambre popular, como la talla de Jesús Nazareno en Logroño.